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El viaje comenzó en el punto de salida con sus más y sus menos…baúl con precinto, retraso de uno de los participantes pero con muchas ganas por parte de todos, sin apenas comenzar yendo de camino a Ayora empezaba el que pensábamos sería nuestro mayor problema climatológico, una estupenda niebla en la que solo se llegaba a divisar el piloto trasero del compañero que iba delante, primer recuento en Ayora y continuación hasta el almuerzo en………..donde nos habían recomendado parar y fue un acierto, continuábamos hacia el sur pasando por las lagunas de Ruidera, nos detuvimos en Almagro donde hicimos el reparto de parejas para la noche y tomar un cafecito rápido y cigarritos, el paisaje cada vez se veía más verde, se formaban lagos en cualquier campo, era un claro augurio de lo que nos podía esperar, pero al final solo fueron dos momentos puntuales de lluvia hasta la llegada a Córdoba.

Una vez allí dejamos los trastos en la habitación y nos fuimos corriendo a comer a otro local recomendado y conocido por la peña en alguna otra ocasión, el maestro aprovechó para probar una de las nuevas BMW y apreció la evolución de suspensiones que ha habido en estos años en la marca, finalizada la comida regreso al hotel para descansar aunque enseguida se vio una clara separación del grupo de carrera, avanzándose parte del grupo a visitar Córdoba y agenciarse una correa aprovechando que el resto descansaban, vuelta por la Mezquita con la mala suerte de no poder entrar, reagrupación y en cuanto comenzó la lluvia salimos corriendo en búsqueda de refugio para no correr peligro de acatarrarnos, así que comenzamos el peregrinaje de locales para poder realizar una profunda investigación de la alimentación típica cordobesa, tomamos fotos y las enviamos a un miembro de la peña para tener una opinión objetiva (al cual agradecemos sus valoraciones), paseo para disfrutar de la noche y rebajar la cena en el cual no faltaron las prisas tras jugar como chiquillos por aquellas callecitas tocando puertas y vuelta al hotel para madrugar al día siguiente.

Nos levantamos a las 8:30 para tomar un ligero desayuno al cual le faltó beicon pero por lo demás muy bien, rápidamente colocación de impermeables en el garaje del hotel, se veía que nos iba a caer agua aunque no se confirmó hasta que se pronunció la frase “pues para esto podría llover” y efectivamente en el siguiente semáforo agua, vuelta con intervalos de lluvia, parada para reponer gasolina después de adelantar a unos hierros que no respetan nada, aquí Tito y Pepe Sanchís probaron distintas monturas para descubrir que lo tal vez la mayor diferencia entre una y otra es el GPS, a partir de aquí comenzó la aventura, persecución dirección Madrid por parte de Tito, media vuelta en Bailén, parada para comer y coincidencia con el resto del grupo en Alcaraz y tras recibir un telefonazo y comprobar que nuestras llamadas no habían sido efectivas porque no llevaba el móvil conseguimos contactar con Pepe, localización y vuelta en dos grupos hacia Enguera donde nos la guardaba el tiempo que nos la había jurado por escaparnos sin mojarnos casi de Andalucía, al ir llegando a nuestra comunidad…un poco de agua y de repente…pedregà, pero no pasa ná, unos campeones, aguantamos el chaparrón sin detenernos y para Enguera con la mejor sorpresa del fin de semana, ver al resto del grupo esperándonos para recibirnos, con pancarta, paraguas, abrazos y el café que nos había preparado Maite…un lujo de bienvenida, ESTO SI ES UNA BUENA PEÑA MOTERA.